jueves, 25 de agosto de 2011

Fase Cisne Marrón


Puede que el mundo actual rechace lo artificial y crezca el valor de lo natural. Nos gustan los alimentos orgánicos y el consumo de tabaco en la población adulta no sigue creciendo a tasas crecientes. Ahora bien, seguimos buscando unas ideas complejas rechazando la vejez, premiando la juventud, rechazando la poca aparente experiencia y abrazando la, en algunos casos, evidencia vital. Los extremos, es posible que pocas veces sean los más equilibrados pero cuando de FASE se trata: bienvenidos los extremos.


La lámpara FASE Cisne que ves, es robusta y nada ligera pese a su apariencia desgarbada. La base es como una pelota a la que se le ha seccionado en 3/4 partes donde se aloja el transformador de 12 voltios que permite alimentar una bombilla halógena de bajo consumo. Los cables de alimentación discurren por un vano interno del brazo de la lámpara, como en una amplia mayoría de luminarias de nuestra marca favorita.


He querido presentar unas piezas duras, robustas pero que expresan algo. La fortaleza del hierro puede convertirse en debilidad. Si pones en ángulo de 45 grados un buen trozo de hierro macizo y una vara equivalente de castaño es probable que el hierro se doble antes que la madera debido a su propio peso. Los puentes en las autopistas como sabes se mueven, son flexibles y la flexibilidad es una parte importante para que haya un buen equilibrio. El conjunto mostrado es duro, pero flexible al expresar unos sentimientos porque aunque metal y piedra sean pueden sentir y más si cabe cuando unas piezas juegan tan de cerca con otras como puedes ver.




La calidad de la luminaria se expresa visualmente y los pequeños detalles marcan las diferencias entre las piezas buenas y las mejores. Muchas veces hay que recurrir a piezas de antaño para conseguir una calidad manifiesta. 

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