Paseando por el rastro me encontré un óleo firmado por CELADA. El cuadro muestra el busto de una mujer de cabello largo y pese a no tener fecha puede datar de la década de 1960. Desconozco las técnicas empleadas para pintarlo pero lo importante es que entre por el ojo. Lo he dispuesto en la mesita y da una armonía al conjunto que me gusta mucho. Puede ser un cuadro típico de un salón o de un pasillo pero ya ves lo bien que se muestra en la mesita.
Recuerdas aquellos bolsos de piel cosidos a mano de los años 80. Ahora estás viendo uno que ha sobrevivido al paso del tiempo con bastante buena cara. Incluso ha hebilla se encuentra en buen estado y la piel pese a tener algunas marcas típicas del uso muestra una tersura que muchos bolsos nuevos actuales no alcanzan.
Puedes ver con mayor cercanía el cuadro de CELADA. Delante un ovillo de hilo industrial coronado por unas tijeras de podar bonsais. Estas tijeras se caracterizan por tener los dedales de una longitud similar a las navajas.
Me pregunto qué tienen las luminarias antiguas que las hacen tan especiales. En este caso he cambiado la pantalla por una actual respetando integramente el resto original de la lámpara de cristal. El resto de material de la lámpara de cristal es metal como te puedes haber imaginado.
Ya ves la empanada casera que quedó después de comer. La verdad es que hubo que esconder un par de trocitos para que llegaran a la foto que ves. Las empanadas caseras de bonito, chorizos o pimientos están para chuparse los dedos y aunque el cuadro CELADA rime con empanada... Celada no es un nombre de empanada.
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