Aqui tenéis un Pronto con un par de imágenes de Santander capturadas en un par de tardes que salí con la cámara para recoger retazos de la ciudad. Todo ello acompañado de una foto de interior, un momento de inspiración que surge cuando vives las cosas pequeñas como regalos que la vida nos ofrece. Ya saber que la belleza reside en los ojos de quien mira. Espero que lo disfrutéis como yo lo hice.
El buque que es estaba fondeado enfrente de la Playa del Sardinero en Santander. Desconozco si es un carguero, un draguero o un buque cisterna.
Esta casa que parece sacada de un cuento se encuentra situada en Santander. Cualquiera se atreve a pasar a pedir una pizca de sal...
Unas láminas antiguas de nuestra amiga Ele. Provienen de una tienda que cerró sus puertas hace muchos años.
La albahaca, tan presente en nuestra casa y que luce así de estupenda delante de la ventana al atardecer.
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