En algunas entradas el espacio es tan reducido que no se puede disponer de un pequeño armario donde colgar la ropa de abrigo que has traido de la calle. El espacio se reduce a un pequeño mueble de rejilla, que cubre un radiador, con dos cajones chiquitines. En primer plano puedes ver una figura de madera tallada a mano.
La pared exige una mano de pintura. Las partes sensibles ya disponen de cinta de carrocero, pero mientras tanto te presento su estado temporal. Como puedes ver, cualquier espacio por pequeño que sea puede ser personalizado. Personalizar no es otra cosa que expresar algo tuyo y hacer que sea más agradable para ti y los tuyos. Me gustaría recordar que los sitios los conforman las personas que es lo importante; después son los pequeños detalles los que hacen que ese sea tu rincón favorito. El jarrón en tonos cobre envejecido hace las veces de florero.
Las maderas que ves en la parte central son de castaño y proviene de una antigua mesa de oficios. Su función inicial era elevar en ángulo el tablero de una mesa. Ahora sirve como soporte para una aguja de tejer que se empleará a su vez para clavar en ella los tickets y llevar una pequeña contabilidad casera. En la parte izquierda aparece el teclado antiguo en bronce macizo de un antiguo ascensor que es una pieza de la colección privada.
Las maderas antiguas son tan apreciadas por su calidad. Las buenas maderas van cambiando, se transforman poco a poco, al igual que las personas. Todo tipo de madera es susceptible de ser atacada por parásitos; las maderas tropicales son de las más resistentes por sus aceites internos.
La foto que puedes ver a la izquierda es de una primera comunión de primeros de los años 60. El marco es original de la época y la fotografía está protegida por un cristal. El conjunto reposa sobre una mesita alargada y muy estrecha. Para dar la sensación de mayor amplitud se ha jugado con las alturas ;)
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